El color de los ojos es una característica que muchas personas desean modificar por motivos estéticos. Sin embargo, los especialistas en oftalmología advierten de los graves riesgos que conlleva someterse a una intervención quirúrgica para cambiar el tono del iris.
En este artículo te contamos qué técnicas existen para alterar el color de los ojos, qué consecuencias pueden tener para tu salud visual y qué alternativa más segura puedes usar si quieres darle otro tono a tu mirada.
Técnicas para cambiar el color de ojos
Existen tres métodos principales para modificar el tono del iris de forma permanente. Exponemos los tres métodos a modo de advertencia, e indicando claramente que no se recomienda ninguna de las tres:
- Colocar un disco de silicona de color sobre el iris1, que es un implante que se inserta mediante una pequeña incisión en la córnea y que cubre el iris natural.
- Usar un láser que quema la capa más fina de la superficie del iris1 y que elimina los pigmentos marrones del iris para dejar al descubierto los azules.
- Colorear con tinte la córnea (queratopigmentación)12. Este es un método que consiste en inyectar un pigmento biocompatible en la córnea para cambiar su color.
Riesgos para la salud visual
Estas técnicas pueden causar infecciones, aumento de la presión en el ojo, daño al nervio óptico, cataratas, uveítis o atrofia del iris1. También pueden provocar glaucoma, desprendimiento de vítreo y de retina, e incluso ceguera2345.
Los expertos en oftalmología no recomiendan someterse a ninguna técnica quirúrgica para alterar el tono del iris, ya que pueden causar graves problemas oculares125. Además, estas técnicas no son reversibles ni reguladas, por lo que pueden tener consecuencias imprevisibles a largo plazo.
Alternativa más segura
La mejor opción para cambiar el color de los ojos sin poner en riesgo la visión es usar lentes de contacto de color2. Estas son unas láminas finas y flexibles que se colocan sobre la córnea y que imitan el aspecto del iris. Hay diferentes tonos y diseños para elegir, y se pueden usar tanto con fines cosméticos como correctivos.
Las lentes de contacto de color son seguras siempre y cuando se sigan las indicaciones del oftalmólogo y se mantengan unas buenas prácticas de higiene. Es importante no compartir las lentes con otras personas, limpiarlas y guardarlas adecuadamente, y reemplazarlas según el tiempo recomendado.
Conclusión
Cambiar el color de los ojos es una operación estética que puede tener consecuencias irreversibles para la visión. Los expertos no recomiendan someterse a ninguna técnica quirúrgica para alterar el tono del iris, ya que pueden causar graves problemas oculares. La alternativa más segura y reversible es usar lentes de contacto de color, que permiten modificar el aspecto de los ojos sin dañarlos.