El cambio climático es una realidad que afecta todos los aspectos de la vida en la Tierra, incluyendo la salud humana. Los efectos del cambio climático en la salud son variados y significativos, y se manifiestan a través de impactos directos e indirectos12.
Los impactos directos incluyen aquellos que resultan de fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, huracanes y tormentas intensas. Estos eventos pueden causar lesiones, enfermedades y la muerte. Por ejemplo, las olas de calor extremas pueden provocar golpes de calor y deshidratación, especialmente en poblaciones vulnerables como los ancianos y los niños1.
Los impactos indirectos del cambio climático en la salud incluyen el aumento de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y la malaria, debido a la expansión de los hábitats de mosquitos y otros vectores. Además, la calidad del aire puede deteriorarse, exacerbando enfermedades respiratorias como el asma2. La seguridad alimentaria también se ve comprometida por cambios en los patrones de precipitación y la frecuencia de sequías, lo que puede llevar a la desnutrición y a un aumento en la incidencia de enfermedades relacionadas con la alimentación1.
Además de los impactos físicos, el cambio climático también tiene efectos significativos en la salud mental. La incertidumbre y el estrés asociados con los cambios ambientales pueden conducir a un aumento en la ansiedad, la depresión y otros trastornos mentales. Los desastres naturales, por ejemplo, no solo causan trauma inmediato sino que también pueden tener efectos psicológicos a largo plazo en las comunidades afectadas.
Es importante destacar que el cambio climático no afecta a todas las poblaciones por igual. Las comunidades con menos recursos, que a menudo tienen menos capacidad para adaptarse a los cambios ambientales, son las más vulnerables a los efectos adversos en la salud. Esto agrava las desigualdades existentes y plantea desafíos significativos para la equidad en salud a nivel mundial.
Para mitigar estos impactos, es esencial implementar políticas de salud pública que promuevan la adaptación y la resiliencia. Esto incluye mejorar la infraestructura de salud, educar a la población sobre los riesgos del cambio climático y desarrollar sistemas de alerta temprana para eventos climáticos extremos.
Este artículo es un breve resumen de cómo el cambio climático está afectando la salud global. Para una comprensión más profunda y detallada, se recomienda consultar las fuentes mencionadas.