Blog - Humana

Cómo promover la salud en el ambiente de trabajo

Escrito por Humana | May 5, 2023 4:11:36 PM

La salud es uno de los bienes más preciados que tenemos las personas. Sin embargo, muchas veces la descuidamos por el estrés, la falta de tiempo o la rutina. Esto puede tener consecuencias negativas no solo para nuestra calidad de vida, sino también para nuestro rendimiento laboral.Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen 160 millones de casos nuevos de enfermedades relacionadas con el trabajo1. Además, el 8 % de la carga global de las enfermedades provenientes de la depresión se atribuye a los riesgos ocupacionales1. Por eso, promover el cuidado de la salud en los entornos laborales es fundamental.

¿Qué beneficios tiene promover la salud en el trabajo?

La seguridad y salud en el trabajo no solo implica prevenir los accidentes y las enfermedades profesionales, sino también fomentar hábitos saludables entre los trabajadores y crear un ambiente de trabajo positivo y motivador. Algunos de los beneficios que esto conlleva son2:

  • Asegura el cumplimiento de los diversos estándares de cumplimiento de normas internacionales y locales.
  • Aumenta la productividad y la calidad del trabajo.
  • Disminuye los gastos y aumenta la rentabilidad al reducir el absentismo, el presentismo y la rotación del personal.
  • Mejora la confianza, la satisfacción y el compromiso de los trabajadores.
  • Incentiva el liderazgo, la creatividad y la innovación entre los empleados.
  • Transmite una imagen favorable sobre la empresa u organización ante los clientes, proveedores y sociedad en general.
  • Incentiva las relaciones positivas entre trabajadores y entre estos y sus superiores.

¿Cómo promover la salud en el trabajo?

La OMS define un ambiente de trabajo saludable como uno en el que los trabajadores y los empleadores colaboran en el uso de un proceso de mejora continua para proteger la salud, seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y la sostenibilidad del lugar1. Para lograrlo, se pueden implementar diversas acciones, tales como:

  • Realizar evaluaciones periódicas de los riesgos laborales y adoptar medidas preventivas y correctivas.
  • Ofrecer formación e información sobre seguridad y salud a todos los niveles de la organización.
  • Establecer canales de comunicación efectivos y participativos entre los trabajadores y la dirección.
  • Fomentar el equilibrio entre la vida laboral y personal, respetando los horarios, las pausas y las vacaciones.
  • Proporcionar espacios adecuados para el descanso, la alimentación y la higiene personal.
  • Facilitar el acceso a servicios médicos, psicológicos y sociales dentro o fuera de la empresa.
  • Promover actividades físicas, deportivas, culturales o recreativas que mejoren el estado físico y mental de los trabajadores.
  • Reconocer y recompensar el buen desempeño, las iniciativas y las sugerencias de mejora.
  • Fomentar el trabajo en equipo, la cooperación y el apoyo mutuo.

¿Qué papel juegan las enfermedades crónicas en el trabajo?

Las enfermedades crónicas son aquellas que persisten en el tiempo y requieren un seguimiento médico continuo. Algunas de las más frecuentes son las cardiovasculares, las respiratorias, las neurodegenerativas, las osteoarticulares o las mentales. Estas enfermedades tienen un peso cada vez mayor debido, en parte, al aumento de la esperanza de vida y la adopción de estilos de vida propios de países desarrollados1.

Muchos trabajadores tienen que convivir con alguna enfermedad crónica que puede afectar a su capacidad laboral. Por eso, es importante que las empresas tengan en cuenta esta realidad y adapten sus condiciones de trabajo a sus necesidades. Algunas de las medidas que se pueden tomar son3:

  • Realizar una evaluación individualizada de la situación laboral y de salud de cada trabajador con enfermedad crónica.
  • Adaptar el puesto de trabajo, el horario, las funciones o la carga de trabajo según las capacidades y limitaciones de cada caso.
  • Ofrecer flexibilidad horaria, teletrabajo o permisos especiales para facilitar el seguimiento médico y el tratamiento.
  • Proporcionar apoyo psicológico, emocional y social al trabajador y a sus compañeros.
  • Sensibilizar y formar a los responsables y al resto del personal sobre las enfermedades crónicas y sus implicaciones.
  • Fomentar la participación y la integración del trabajador en el equipo y en la empresa.

Conclusión

Promover la salud en el trabajo es una inversión rentable para las empresas y para la sociedad en general. No solo mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también aumenta su productividad, su motivación y su lealtad. Además, contribuye a prevenir o reducir el impacto de las enfermedades crónicas, que suponen un reto para el sistema sanitario y para el mercado laboral. Por eso, es necesario adoptar un enfoque integral y participativo que implique a todos los agentes implicados: empleadores, trabajadores, administraciones públicas, organizaciones sindicales y asociaciones de pacientes.