La reincorporación al trabajo debe ir pautada por un seguimiento estricto de criterios preventivos que garanticen la salud y seguridad de todos los colaboradores. Es imprescindible que cada empresa elabore un plan de contingencia o protocolo general de seguridad y salud.
Cada colaborador es diferente:
Antes de que el equipo se reincorpore a sus actividades es necesario una evaluación de riesgos laborales, esta evaluación debe efectuarse teniendo en cuenta las condiciones de los puestos de trabajo, así como también las condiciones psicofísicas y de salud de los colaboradores.
Con base en esta evaluación, se deben considerar las medidas preventivas y de protección para cada puesto, por lo que la evaluación debe cubrir el espectro más amplio posible de riesgos en función de las particularidades de cada puesto de trabajo.
Orden de incorporación:
Se debe considerar especialmente los grupos vulnerables, personas con diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, enfermedades hepáticas crónicas, enfermedades pulmonares crónicas, enfermedades renales crónicas, inmunodeficiencia, cáncer en fase de tratamiento activo, embarazo, discapacidad y mayores de 60 años. Así, sea cual sea la actividad, los grupos especialmente sensibles frente a la COVID-19 deben reincorporarse en último lugar.
Garantizar las medidas básicas:
Precautelar la salud de los trabajadores es fundamental, por lo que adicional a los protocolos de bioseguridad recomendamos como el uso constante de mascarilla, frecuente lavado de manos y distanciamiento es necesario establecer mecanismos que permitan identificar, aislar, captar y notificar casos de trabajadores que manifiesten signos y síntomas en su lugar de trabajo, con el objeto de prevenir la propagación de COVID-19.
Preparación ante contingencias:
En caso de contar con casos positivos se debe implementar un procedimiento para el traslado seguro de un empleado que se enferma en el trabajo. Es posible que se deba realizar el traslado del empleado a su casa o a un centro de atención médica según el caso.
Salud física y emocional:
Recordemos que la prevención es esencial, para ello se recomienda mantener una observación constante del estado de salud de los trabajadores que incluya la aplicación de pruebas de descarte según el grado de exposición de cada trabajador, así como también medidas de salud mental para conservar un adecuado clima laboral.